Toda empresa tiene como objetivo crecer y posicionarse en el mercado, para esto muchas de ellas no tienen en cuenta sus valores éticos sino que se dejan llevar por el afán de conseguir dinero sin importar las consecuencias que esto puede traer sino prestan un buen servicio o producto a sus clientes.
Es aquí donde nos damos cuenta que los valores éticos son los que generan confianza tanto en sus empleados como en sus clientes, ya que si fabricamos un buen producto, con materiales de excelente calidad, les estamos proporcionando un articulo garantizado, lo que nos va a hacer ganar mas clientes y por ende tener mayores ventas y confianza en el mercado.
La ética no es una moda, es la necesidad fundamental que nace de las buenas practicas y viene acompañada de varios tipos de actitud tales como:
Actitud ingenua : hace sus reflexiones a ciegas al respecto de las condiciones reales de las organizaciones.
Actitud apocalíptica: donde las organizaciones se dejan guiar por la sed de consumo, audiencia y rentabilidad.
Actitud cínica: Es una fachada donde quieren esconder lo que realmente son.
Actitud ética: se vuelve necesaria la ética como una garantía de uso en la organización.
La competitividad requiere cooperación y es ahí donde se debe generar confianza en el entorno de trabajo, la transparencia es la clave de la confianza.
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